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12 abr 2013

Manuel Álvarez Bravo





"Objetos como signos, palabras como imágenes, reflejos como cosas: a modo de poemas gráficos, las fotografías realizadas durante dos décadas por Manuel Álvarez Bravo (México D.F.,1902-2002) lo convierten en uno de los fundadores de la fotografía moderna."

La obra de Álvarez Bravo destaca por ser muy variada, pues a lo largo de su carrera ha abordado diferentes formas de concebir y fotografiar la realidad. Como ejemplo de ello, lo tenemos en su  exposición fotográfica situada en la  Fundación Maphre, donde en un pasillo uno queda prendado por las formas que tienden a la abstracción y en el siguiente se aprecia la "tensión" entre lo que se ve y se oculta.

Pero antes de analizar su obra, conozcamos mejor al artífice de todo, a Manuel Álvarez Bravo. Algunos de sus datos biográficos son:


Manuel Álvarez Bravo 


Nace el 4 de febrero de 1902 en la ciudad de México. Entre 1917-1918 estudia literatura y música en la Academia de San Carlos. Años más tarde conoce a Hugo Brehme y compra su primera cámara. Presenta una fotografía en el concurso de la Feria Regional Ganadera de Oaxaca en 1926, con la que gana el primer premio. Gana el primer premio en la sección de fotografía del concurso convocado por Cementos La Tolteca con su imagen Tríptico cemento-2. Con el dinero del premio compra la cámara de cine que había utilizado Tissé en el rodaje de la película de Eisenstein ¡Qué viva México!, cámara con la que filmará en Tehuantepec dos años más tarde.Años después Viaja a Tehuantepec, donde fotografía una de sus imágenes más celebres, Obrero en huelga, asesinado. En Tehuantepec filma también su primer largometraje, Disparos en el Istmo.El 19 de octubre de 2002 fallece.En el mismo año se publica el libro Manuel Álvarez Bravo. Cien años, cien días

La prolífica carrera del autor se traduce en la división de su obra en varias etapas, siendo cada una diferente de la anterior tanto en el motivo fotográfico (elementos arquitectónicos, maniquíes, figuras humanas semi desnudas...etc) como en la reacción que provoca en el receptor (abstracción, ensoñación, choque emocional...).


 Del pictorialismo a la construcción (Formar y Construir)



Ondas de papel (1928)
En esta etapa es característico de su obra centrarse en elementos arquitectónicos, tales como los andamios de cualquier anónima construcción (Andamios I, 1929) o recurriendo a elementos que aparentemente no deberían remitirnos a ello (Ondas de Papel 1928). Es destacable como aprovecha estos elementos en su obra, siendo su fotografía  capaz de lograr que veamos más allá de lo que se aprecia a simple vista, que seamos nosotros quienes construyamos a partir de lo que vemos. En el caso de su obra del 28, simples hojas de papel se convierten en mis ojos en la obra magna de un arquitecto.
"Su tendencia a la abstracción genera una nueva dimensión poética en su obra".


La visión como epifanía: Aparecer, Ver y Exponerse



La chispa (1935)



En los años 30, su obra cambia sus motivos fotográficos por maniquíes, letreros y señales. Destacan imágenes chocantes influidas por la teoría del montaje cinematográfico.
En La Chispa (1935) hablamos de este tipo de imágenes dinámicas que te trasladan al momento en el que se está produciendo la acción (de hecho, parece que las chispas te van a alcanzar).La captación de un instante, la congelación de un momento en el tiempo.







De las maneras de dormir (1940)

Abandonamos los elementos metalúrgicos para centrarnos en lo onírico, al abrazo de Morfeo. Resulta increíble el efecto que pueden producir las fotografías en su receptor, en la persona que está frente a ella. En "De las maneras de dormir (1940)", la captación de ese instante donde todos nos encontramos profunda y plácidamente dormidos. Una fotografía que va más allá, que nos remite a los sueños, a la necesidad de todo ser humano de descansar, relajarse tras un día de trabajo. La imagen empática que tenemos todos en nuestra cabeza, que nos desestresa con sólo mirarla cuando pensamos en lo agotados que estamos y deseamos echarnos un rato.
 "En la obra de Álvarez Bravo, la visión moderna, ligada al dominio del espacio, se multiplica o invierte a través de reflejos. La imagen se transforma en un elemento subjetivo e inestable, lleno de sugerencias oníricas"


Tentaciones en casa de Antonio (1970)

Varias son las fotografías que Manuel Álvarez Bravo en las que dedica su motivo fotográfico a mujeres donde sus partes íntimas son tanto enseñadas como ocultadas. Llama la atención un caso en particular, "Tentaciones en casa de Antonio (1970)". Una fotografía que es chocante en su lectura. Puedes ver con todo lujo de detalles su anatomía de cintura para abajo, pero desconoces su rostro. Es una lectura que te confunde porque tu atención no puede centrarse (por mucho que lo intentes) en su rostro sino en el pubis de la muchacha. Un contraste que atrapa tu atención.

"Dialéctica de la visión, tensión entre lo que se muestra y lo que se oculta. Las telas, ropajes o vendas tras las cuáles se vislumbran fragmentos de cuerpos desnudos."



El tiempo, el cine: Yacer, Caminar y Soñar

"Álvarez Bravo busca trascender la realidad fija-el tiempo cerrado-de la fotografía. En muchas de sus imágenes, algo está en trance de pasar, más que muerta, percibimos la figura yacente, con los ojos todavía abiertos, como un hombre que está muriendo."

Obrero en huelga asesinado (1934)

En "Obrero en Huelga asesinado (1934)" nos encontramos ante una fotonoticia. Nos muestra el cadáver de un joven dirigente sindical muerto por un disparo. Probablemente sea su foto más conocida. Cabe destacar la espontaneidad que refleja la foto al aparecer el muchacho yacente con los ojos todavía abiertos. Imagen cruda, que hiere sensibilidades.







"Es el mundo el que se mueve, no el fotógrafo, que pacientemente permanece siempre alerta".

El color (1966)
Para terminar destaquemos esta fotografía tomada en el año 1966, "el color". En esta etapa Álvarez Bravo y su cámara se convierten en meros espectadores de aquello que sucede en el día a día, en la calle. La cámara se limita a fotografiar sin ser un actor en la acción. Lo que llama la atención es, como bien dice el título, el color (en este caso el naranja) más allá de la aparición de un joven barriendo la       
calle. El desbordante naranja que ocupa casi toda la foto dota a la imagen un valor psicológico que nosotros atribuimos a este color: energía y juventud (ejemplo: la marca de la bebida Fanta), acorde al chaval que barre la calle.

Aquí os facilito un vídeo para conocer más sobre la vida de este fotógrafo. Si estáis interesados en su obra, aquí tenéis el enlace a su exposición en la sala Azca de la Fundación Maphre.