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30 may 2013

Obra fotográfica de Robert Capa : Guerra Civil Española (1936-1939)







Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es porque no te has acercado lo suficiente” (Robert Capa)





Miliciana republicana. Barcelona, agosto de 1936


 Robert Capa representó todas fuerzas enfrentadas en el conflicto español, sabiendo trasladar cómo es el día a día entre tiroteos en un país en guerra. Esta fotografías es especial porque chocan dos elementos en la misma: si leemos la foto de derecha a izquierda vemos una escena cotidiana: una mujer leyendo tranquilamente la prensa del día. Enseguida notamos un elemento que nos dice dónde estamos exactamente: un civil armado, con potencia de fuego suficiente para matar a otra persona. La imagen tiene gran valor por mostrar qué significa que la población se militarice, que tome las armas en defensa de sus ideales, de su imagen de España. Todo ello sin recurrir a lo fácil y evidente (un fuego cruzado), tienen más relevancia los pequeños detalles.


Miliciana republicana. Barcelona, agosto de 1936



El 5 de septiembre de 1936 , Capa y Gerda Taro estaban en el pueblo de Cerro Muriano, a 12 kilómetros al norte de la capital andaluza de Córdoba. Esa mañana los milicianos de la organización anarcosindicalista Confederación  Nacional de Trabajo (CNT) lanzaron una ofensiva en dirección a Córdoba. Durante ese día, Capa fotografió la muerte de un miliciano republicano llamado Federico Borrell García. La fotografía, titulada “Muerte de un miliciano”, está universalmente reconocida como una de las mejores fotos jamás hechas.
La fotografía reproduce el instante idóneo, el momento en el que el miliciano ha recibido la bala y empieza a desplomarse y caer al suelo abatido. La foto se ha convertido en la imagen simbólica de la Guerra Civil Española.


Vallecas, Madrid (invierno) de 1936


En los primeros meses del asedio a Madrid, Capa fotografió a los habitantes de Vallecas, un barrio obrero especialmente afectado, que vivía entre las ruinas.
La destrucción: otro de las graves consecuencias de la guerra (es más, de una guerra fratricida ). El fondo de la imagen traslada un mensaje transparente: la casa de una mujer convertida en escombros. Lo más llamativo no es la destrucción misma, sino la imagen de desamparo y penuria que nos expresa la mujer. La posición de sus brazos (pegados al pecho, es obvio que tiene frio pues hablamos del invierno en Madrid) nos traslada a las grandes penurias que tuvieron que pasar muchas familias durante la guerra y posguerra.


Barcelona, enero de 1939


A mediados de enero de 1939, todos los hombres de hasta 50 años fueron reclutados para luchar contra las tropas fascistas que se acercaban rápidamente a Barcelona. Mientras tanto, se inició una evacuación masiva de la ciudad, realizada en gran parte a pie. Mujeres, niños y ancianos emprendieron la marcha hacia la frontera francesa llevando sus escasas posesiones sobre la cabeza, en hatillo o en maletas.
Aquí aparece otro de los traumas de la guerra: el exilio, el desarraigo. Aquí aparecen los inocentes, los más débiles que siempre tienen que sufrir lo peor de  la guerra : los niños, las mujeres y los abuelos. Todos ellos con un destino incierto y una misma motivación para seguir moviéndose: evitar la muerte a manos de españoles.

<<Por la carretera, los periodistas divisaron miles y miles de refugiados montados en carretas, a lomos de mulas, a pie, suplicando a los camiones o a los coches que les llevaran, luchando cansinamente por alcanzar esa inhóspita frontera donde seguían empeñándose en impedirles el paso ( porque los franceses todavía no permitían a los refugiados e ntrar en Francia)>>

En la carretera de Tarragona a Barcelona , 15 de enero , 1939. Una mujer mayor, aturdida, camina en círculos alrededor de su carreta . Sobrevivió a un ataque que mató a todo su grupo. Incluyendo a su perro y dos mulas.



Cosas del destino o simple suerte la de esta anciana que ante un ataque aéreo franquista pudo salvar la vida. La imagen (impactante de por sí) resulta más desgarradora cuando se conoce el trasfondo de la historia:
<<Poco después, el 15 de enero (un día soleado, inusualmente cálido para la estación), Capa salió de Barcelona en dirección sur, por la carretera de la costa, para fotografiar a los refugiados que habían esperado hasta el último minuto para abandonar Tarragona. De pronto, los aviones franquistas hicieron su aparición en el radiante cielo azul y abrieron fuego con sus metralletas sobre los refugiados indefensos, que ayudaban a sus escuálidas mulas a tirar de los carros en los que habían apilado sus efectos personales. La carretera pronto vio correr la sangre de los refugiados y allí quedaron, desparramadas sus pertenencias. Entre las imágenes más desgarradoras que Capa sacó ese día quizá se encuentre la serie de una anciana que salvó la vida milagrosamente. Capa la encontró dando vueltas y vueltas a su carro, completamente ida.



Soldados republicanos exiliados se dirigen a la frontera francesa. Barcelona, 1939


El destino de los soldados republicanos no fue menos aciago:

<<Los soldados republicanos españoles que cruzaban la frontera francesa hacia el exilio fueron encerrados en unos enormes y rudimentarios campamentos donde no se permitía entrar ni a sus familiares más próximos. A mediados de marzo de 1939, Capa visitó el campamento de la playa de Ángeles-sur-Mer, donde había unos 70.000 hombres. Vivían en condiciones lamentables, en tiendas y campañas improvisadas, sin agua corriente. Estando allí, Capa fotografió a un grupo de hombres trasladados de ese campamento a uno algo mayor en Le Barcarés , a 32 kilómetros al norte.




Robert Capa, sujetando su Cóntax de 35mm sobre un tanque
Japonés capturado en la batalla de Tai´erzhuang., China. 1938

Bibliografía:


Whelan, Richard  (2003) Robert Capa. La biografía. Madrid:  Ediciones Aldeasa
Whelan, Richard (2007) Robert Capa: obra fotográfica. London; New York: Phaidon, 2 imp.


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